Así lo resolvieron los jueces Natalia Giombi, Mariana Gulminelli y Néstor Conti, quienes también decidieron absolver a los otros imputados, que eran menores cuando ocurrió el asesinato.
Hernán Cajal y Sergio Contreras, los asesinos de Nicolás Vieytes (30), fueron condenados este viernes a 22 años de prisión, mientras que los otros dos imputados, que al momento del crimen eran menores, resultaron absueltos.
Así lo resolvieron los jueces Natalia Giombi, Mariana Gulminelli y Néstor Conti durante, en una sentencia que dejó parcialmente conformes a los allegados del camionero, quien fue asesinado de un disparo en octubre de 2020 cuando fue engañado para asistir a un encuentro con una mujer en el barrio La Herradura.
Para los jueces, los dos menores obraron “bajo amenazas de sufrir un mal grave e inminente, es decir bajo un estado de necesidad exculpante ya que su ámbito de libertad o autodeterminación, en las circunstancias en las que se encontraban impidieron exigirles una conducta distinta conforme derecho”.
Cajal y Contreras fueron quienes cometieron el asalto contra Vieytes, luego de que utilizaran a la pareja de menores para atraer a la víctima por medio de mensajes de texto y audios. Ambos fueron hallados responsables del delito de robo calificado por homicidio resultante agravado por el uso de arma y por la intervención de menores de edad.
Vale recordar que el fiscal Leandro Arévalo y el abogado de la familia de Vieytes, Osvaldo Verdi, habían solicitado la pena de 25 años de prisión para Cajal y Contreras, mientras que la fiscal Mariano Baqueiro había pedido que se dictara el auto de responsabilidad respecto a quienes entonces eran menores.
El crimen
El asesinato de Nicolás Vieytes ocurrió el 28 de octubre a la noche en Francisco Sartora al 1800, como una fatal consecuencia de un plan para robarle al cliente de una trabajadora sexual.
Días atrás del asesinato de Vieytes, una mujer que ejercía la prostitución en el barrio La Herradura estaba con un amigo, un adolescente, y como no tenían dinero para comprar droga le dijo al menor que llevara su celular, un Samsung A 10 a lo del “transa” para conseguir cocaína.
El adolescente le entregó el celular a un hombre, que sería Hernán Cajal, y volvió con droga para seguir consumiendo con esta mujer, que era amiga de su novia, al igual que él, menor de edad.
Con ese celular que llegó a sus manos de Hernán Cajal planificó con su amigo Sergio “El Gordo” Contreras un robo, ya que en la agenda de teléfonos había “muchos” contactos, clientes de la antigua dueña. Para concretar este robo, Cajal y Contreras llamaron al adolescente que les había intercambiado el teléfono por droga y a su novia.
Por azar se detuvieron en el nombre Nicolás Vieytes y la adolescente que estaba en el grupo se hizo pasar por la dueña del teléfono para mandarle audios, concretar una cita y convencerlo que fuera hasta el barrio La Herradura. “Sin embargo la convocatoria, ocultaba la siniestra e inequívoca finalidad de robarle”, consideró el fiscal.
De esta manera, el 28 de octubre Vieytes fue en su Volkswagen Gol hasta la esquina acordada en Sartore al 1800. Al llegar fue sorprendido por tres hombres, según la investigación Cajal, Contreras y el adolescente, quienes lo abordaron, le quitaron la billetera y, antes la resistencia, uno de los atacantes disparó y lo baleó en la cabeza.
Vieytes había intentado darse a la fuga, pero el disparo que recibió en la cabeza lo hizo perder el control del auto y chocó contra una columna de alumbrado, a la altura el numeral 1890 de Sartore. Ante esta situación, los atacantes huyeron y Vieytes falleció momentos mas tarde, por dilaceración cerebral secundaria a herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza.
Silencios y amenazas
Un pacto de silencio envolvió por meses la muerte de Vieytes. En el barrio La Herradura nadie se animaba a hablar ni señalar a Cajal, un apellido vinculado a la venta de drogas. “Los Cajal mandan en el barrio”, llegaron a explicar testigos de la causa.
Por su parte, la pareja de adolescentes vinculada al hecho tampoco emitió testimonios. El joven, dijo, estaba amenazado y no podía hablar. La chica, por su parte, apareció un día golpeada y se negó a aportar información.
Tanto Cajal como Contreras son dos hombres conocidos en el submundo de delitos de Mar del Plata, ambos cuentan con antecedentes, aunque ninguno tan grave como el homicidio de Vieytes.
Hernán Cajal estuvo prófugo casi cuatro meses, hasta que el 23 de febrero de 2021 fue atrapado durante un allanamiento solicitado por el fiscal Leandro Arévalo y en el cual el personal de DDI Mar del Plata lo sorprendió mientras dormía en su vivienda cercana al lugar del hecho en el barrio La Herradura.
Por su parte, Contreras se mantuvo oculto más tiempo y permaneció prófugo durante 8 meses, hasta que fue detenido el 10 de junio de 2021 por la DDI en un operativo en la zona de Valle Hermoso. Los efectivos de la DDI tenían el dato de que el sospechoso rondaba ese sitio y, luego de distintas averiguaciones, lograron establecer su paradero concreto y así pudieron atraparlo.
La detención de Contreras fue prácticamente en paralelo al pedido de elevación a juicio que había presentado el fiscal Arévalo contra Cajal. Días después, también solicitó el juicio contra Contreras y sumarlo al mismo debate.